martes, 24 de junio de 2014

Lo posible y lo probable



- ¿Es posible?
- Más que eso: es probable.
Arthur Conan Doyle. Sherlock Holmes: Las cinco semillas de naranja.

Hablar de riesgos, es hablar de eventos futuros. Pero sobretodo, es hablar de eventos futuros sobre los que tengamos cierto grado de certeza de que pueden suceder.

Así, el lenguaje permite expresar determinadas formas de “certeza” en función de el hecho que las fundamenta.

El problema es que, al igual que sucede con otros términos que se usan de forma coloquial habitualmente, acaban generándose falsos “sinónimos”.  Este es el caso de posible y probable.

Poca gente de la calle sabría indicar la diferencia entre las frases:
  • Es posible que llueva
  • Es probable que llueva
Y más que no distinguir entre los leves matices que las diferencian en un plano coloquial, lo que sin duda podemos afirmar es que se usan indistintamente para expresar el mismo grado de certeza.

Pero pasemos a un plano más técnico. Lo que diferencia lo posible de lo probable es básicamente que lo posible se basa en hipótesis o suposiciones y lo probable en hechos y frecuencias.

En el cuadro adjunto se indican las relaciones entre términos. En él, podemos observar que independientemente de que estén basadas en suposiciones o pruebas, ambos términos revelan eventos verosímiles, esperables y/o creíbles.




¿Y cómo afecta todo esto a la consideración de riesgo y su evaluación?

Básicamente en la identificación de fuentes de peligro y en la asignación de probabilidades.

Identificar fuentes de peligro, no es más que relacionar futuros eventos posibles y probables. Evidentemente, todo lo que haya sucedido con anterioridad de forma más o menos recurrente, sino ha habido cambios, estará en el plano de lo probable.

Si ha sucedido anteriormente, pero en muy contadas ocasiones o de forma puntual, estará en el plano de lo muy poco probable. En este caso, categorizarlo como posible, como veremos, también podría ser útil.

Por otro lado, lo que nunca antes ha sucedido, pero que forma parte del ámbito de las hipótesis o suposiciones, estará plenamente en el plano de lo posible.

Y finalmente debemos considerar lo imposible. Difícil tarea, ya que los límites de las hipótesis y más los de las suposiciones no son muy claros que digamos. Lo que si que podemos afirmar es que siempre habrá un evento imposible cuando su evento mutuamente excluyente, se vaya a producir con absoluta certeza. Otra cosa es llegar a demostrar la absoluta certeza de ocurrencia de determinado suceso (*).

(*) Obsérvese que se usan los términos suceso y evento como sinónimos. Hablaremos de ellos en futuros posts.

2 comentarios:

  1. Hola, me ha quedado muy clara la diferencia, felicitaciones, muy útil este blog.

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  2. Hola, me ha quedado muy clara la diferencia, felicitaciones, muy útil este blog.

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